Sobre lo (in)útil

En estos tiempos, quedar con los amigos del trabajo a tomar una caña ya no es “liarse después del curro”, ahora se llama “networking”. Aprender japonés porque te atrae dicha cultura, ahora es “desarrollar tu proyección internacional”. Estar tumbado mirando las estrellas, sin pensar en nada, ahora se llama “mindfulness”.

Parece que subyace una intención de dotar de utilidad profesional a todas y cada una de nuestras actividades. Por ello, cuando alguien en una conversación o publicación confiesa sus aficiones, inconscientemente intentamos medir su utilidad. Si no se la encuentra, se percibe como una absoluta pérdida de tiempo, y dado que el tiempo es nuestro bien más escaso, se convierte en un sentimiento de desprecio.

estrellasPor ejemplo, si un contable se dedica a pintar al óleo por las tardes, inmediatamente alguien dice que es una gran estrategia para “controlar el estrés”. Si esa persona dice que de hecho pintar le estresa más que relaja, viene la pregunta: “¿entonces para que lo haces?” La respuesta de verdad es “porque me da la gana”, “porque me apetece”, “porque me gusta”. Pero como estamos todos en el mismo barco, mucha gente se acaba replanteando sus actividades realizadas en el tiempo de ocio porque “no me sirve para nada”.

Por tanto, acaba imponiéndose una tendencia a hacer cosas “útiles” en nuestro tiempo de ocio, como ampliar nuestros estudios o aprender nuevos idiomas para hacernos más competentes profesionalmente. Lo irónico no es que no nos paguen por ese tiempo o esa formación, ¡es que pagamos de nuestro tiempo y dinero normalmente! Hemos llegado al sueño dorado del capitalismo, en el que, sea formándonos o sea tecleando en una pantalla, trabajamos más que nunca y ponemos nuestro tiempo libre y nuestros (escasos) recursos económicos al servicio del trabajo. Y lo peor es que nunca parece bastante.

Varios filósofos han intentado explicar este fenómeno, para mí el más acertado ha sido Byung-Chul Han, sobre todo en su obra “La sociedad del cansancio” (Ref. 2). Según Han (Ref. 1),

“En el neoliberalismo desaparece la coerción externa, la explotación ajena. En el neoliberalismo, trabajo significa realización personal u optimización personal. Uno se ve en libertad. Por lo tanto, no llega la alienación, sino el agotamiento. Uno se explota a sí mismo, hasta el colapso.”

Lo que condiciona las relaciones con los demás (Ref.1):

“El sistema neoliberal obliga al hombre a actuar como si fuera un empresario, un competidor del otro, al que solo le une la relación de competencia”

Hay otro matiz más en esa campaña de “utilitarismo”: todo lo que es útil profesionalmente es comercializable. Y eso, en una sociedad consumista, es muy atractivo.

Quizá, por eso, aunque hay muchas excepciones, por ejemplo, alguien que sepa de historia por el hecho de haber leído mucho sobre ella no se percibe normalmente como una opinión autorizada si no es, al menos, graduado en historia. Es decir, es necesario haber formalizado esa afición para obtener un reconocimiento social. ¿Por qué? Porque los títulos son cuantificables. Que alguien sepa mucho sobre algo porque haya aprendido por su cuenta es una pesadilla para el sistema, porque no es comercializable (no ha pagado para que alguien le “certifique”), ni fácilmente medible.

Eso provoca un sentimiento de utilitarismo que choca frontalmente con la idea de cultivar la cultura por amor a la misma. Por ejemplo, a mí que me gusta la filosofía, mi conciencia periódicamente me insiste en matricularme del correspondiente grado para obtener una utilidad y una formalización de mi afición.

Por eso, quiero terminar esta reflexión con una defensa a ultranza de todo aquello que nos apasiona y motiva que es absolutamente inútil desde el punto de vista de nuestras profesiones concretas. ¡Que no nos roben el placer de disfrutar de algo que nos gusta sin estar preguntándonos si nos ayudará en nuestras carreras!

Finalmente, quiero dedicarle este post a todos aquellos informáticos que les gusta la entomología, todos los ingenieros que les apasiona el arte, todos los fotógrafos que les motiva la numismática. Porque creo sinceramente que en hacer lo que nos gusta, sea rentable o no desde el punto de vista profesional, está la felicidad. Y eso no es comercializable, ni lo será.

*******

Referencias:

Referencia 1: Entrevista a Byung-Chul Han en El Pais (22/04/2014)

http://cultura.elpais.com/cultura/2014/03/18/actualidad/1395166957_655811.html

Referencia 2: “La sociedad del cansancio” Byung-Chul Han, editorial Turner

http://www.herdereditorial.com/obras/5014/la-sociedad-del-cansancio/

6 comentarios en “Sobre lo (in)útil

  1. Interesante reflexión, querido bloguero. Ciertas actividades se están convirtiendo en actos revolucionarios. Y eso que me temo que usted escribe esta pieza desde que la moribunda Europa, que es todavía un oasis en este sentido.

    Me gusta

  2. Hola Gonzalo, en primer lugar, felicitarte por el blog (te leemos mas personas de las que crees) en el que siempre consigues dar una vuelta de tuerca a los diversos temas que tratas. Gracias por ampliar nuestros puntos de vista.

    En cuanto a los estudios, ligando con otro de tus post sobre cuanto aprendemos realmente en la carrera (pues olvidamos cosas), creo que tener una carrera al final se termina convirtiendo en un tira y afloja en vista de la población. La gente piensa que no sirve pues se olvida casi todo y no te prepara para la vida laborar pero, sin embargo, sin el título no vas a tener un conocimiento reconocido entre la población en general.
    A mí, en cierto sentido, me pasa con historia lo que a tí con filosofía, me gusta muchísimo y podría plantearme lo de estudiar la carrera. No obstante, tengo asumido que nunca voy a estudiar historia. Me estoy metiendo en el campo de la nuclear porque creo que debería abanderar el cambio energético y me gustaría ayudar a la población con ese cambio. Ese es mi proyecto de vida. Pero, estando en la carrera, creo que los conocimientos son bastante encasillados, donde te marcan un camino que debes seguir para obtener un título. Sin embargo, con historia no me pasa pues leo y aprendo lo que más me gusta y me interesa, para mi la historia es un hobby en el que aprendo cosas interesantes y creo que esto voy a perderlo, en cierto sentido, si estudio la carrera.
    Por cierto, creo que más que títulos, realmente se sabe los conocimientos de una persona sobre un tema hablando y debatiendo con ella. Me resulta raro que haya parte de la población a la que no le gusten los debates y se los tomen como ataques pues me parecen muy enriquecedores.

    Un saludo,
    Alejandro

    Me gusta

    • Hola Alejandro!
      Me alegra que te guste mi blog 🙂
      Me hace feliz si hay gente que le encuentra alguna utilidad a mis reflexiones.
      Coincido contigo en un punto que también he meditado mucho: hasta qué punto la formalidad de estudiar una carrera le resta atractivo a la materia que quieres aprender. Escribí sobre el tema en uno de mis primeros artículos, te dejo el enlace por si te apetece leerlo:
      http://principioultimo.blogspot.com.es/2015/01/el-papel-de-einstein-y-nietzsche-como.html?m=1
      También estoy de acuerdo contigo que lo que al final es útil son los conocimientos que una persona tenga sobre un tema, independientemente de los títulos. Como ya saben los que me conocen, debatir sobre todos los temas posibles es sin duda una de mis actividades preferidas 🙂
      Un saludo,
      Gonzalo

      Me gusta

      • ¡Voy a leerlo!
        A mi me parece que es cuando mas se aprende, al fin y al cabo, cuando consigues que una persona que sabe más que tú en algún tema, te rompa los esquemas, ves las cosas con otra perspectiva.
        Yo creo que todo conocimiento enriquece y te hace ampliar la visión, por eso me gusta saber sobre todo lo posible, sin embargo, tengo varios amigos que cuestionan la utilidad de saber cosas por cultura general (enlazando con lo que propones del tiempo-utilidad de las cosas).

        Me gusta

      • Sí, saber de muchas cosas por cultura general puede que no tenga una utilidad directa en tu trabajo, pero mi opinión es que te hace una persona más completa y más consciente del mundo en el que vives. Y con una conversación más interesante desde luego!!

        Me gusta

Deja un comentario